lunes, 4 de marzo de 2013

Primer día de clases - versión escolar


Los padres se levantan, se asean, desayunan, se cambian, se van al trabajo, regresan porque se olvidaron que hoy es el primer día de sus hijos. Los pequeños se despabilan, bostezan, realizan lo mismo que sus padres (se tienen que ir acostumbrando a esa vida).

La madre, sí, generalmente ella, lleva al menor al colegio, lo conduce (de la mano) a la puerta del salón, se lo encarga a la profesora. Libertad. La madre se encuentra con una señora que también ha hecho lo mismo. Conversan, conversan, conversan…

El niño llora o ríe o molesta o es ‘buleado’.

La miss linda, preciosa, juega con los niños. Dinámicas de primer día. Pide que saquen cuadernos. Los niños abren su mochila de expedicionarios. 10 cuadernos de distintos colores, cartuchera (lápiz, borrador, lapicero –azul, rojo, negro, verde–, corrector, goma, regla, compás, escuadra…), libros gordos, fólder, diccionario, vaticinio de hernias, lumbalgias y jorobas.   

En primaria:
-Señorita, ¿con qué color de lapicero?    
-Con azul, mi amor.

En secundaria:
Profe, ¿con azul o negro?
-¡Con cualquiera pues, hijito!

En primaria:
Los niños disfrutan del recreo. Cuentan sus aventuras de vacaciones. Juegan. Conocen nuevos amiguitos.

En secundaria:
En el recreo, hablan de la reunión del último fin de semana en la casa del “chato” o del “gordo” o del “feo”. Los chicos florean a la chica más bonita o a la nueva. Las chicas coquetean con aquellos que adolecen. El joven enamoradizo la vuelve a ver, se enamora más. Este año jura que le caerá.

En el recreo, los docentes van a la sala de profesores (su cubil, su alcázar, su Real Felipe). Toman un juguito (su desayuno), un café (su desayuno), un yogurcito (su desayuno); comen un pan o una galleta o un wafer (su desayuno y, probablemente, su almuerzo). Algunos respiran aire fresco después de la primera justa; otros, si pudieran, fumarían un cigarrito.

Siguen las clases para todos. Plumón o tizas antialérgicas porque son más regias. No, en mi cole es con proyector; ay, pero en el mío usamos smartboard. ¡Bravazo! Pucha, pero qué cólera con el aula virtual, ¡como si no tuviéramos vida!

Timbre o sirena de salida. Profesores felices. Niños felices. Padres… también felices.

Culmina el primer día de colegio. Camisas sucias; blusas pulcras. Movilidad escolar como camión atestado. El chofer de combi no para porque escolar paga menos.

El presidente del Perú con la ministra de Educación ven, de lejos, a los niños de la unidad escolar.

Mañana será casi igual con la diferencia de que muchos recién serán conscientes de que ya empezó el colegio.       

martes, 29 de enero de 2013

No me sale a cuenta comprar un televisor

A diario llegan a mi mesa de trabajo diversas revistas que ofrecen productos electrónicos, entre ellos, televisores LCD, HD, 3D, etcetede. Brindo un poco de mi tiempo para revisar las ofertas y observo que la tecnología ha abrazado a este aparato: un sinfín de cualidades abrumadas en un solo objeto de 30, 40 o 50 pulgadas. Cierro la revista y concluyo que no me sería útil comprar uno de estos porque, prácticamente, no lo usaría.


No lo aprovecharía porque salgo muy temprano a trabajar (como muchos) y solamente vería algunos cinco minutos de titulares de noticias (los cuales se resumen en: muerte, violación, accidente y corrupción).

No lo utilizaría porque después de mis largas horas de trabajo (así como el horario de muchos) me dirijo a estudiar (y no soy el único) hasta muy tarde y se extingue así mi encantador día.

No lo usaría porque al encenderlo y ver la programación nacional, lo apagaría de inmediato: no me resulta productivo ver magacines de farándula ni telenovelas ni programas donde se inventen relaciones amorosas o donde no se muestren temas educativos.  

Tal vez lo utilizaría para ver algún partido de fútbol internacional (pues me encanta ese deporte) o un evento importante (como cuando Vargas Llosa ganó el Nobel) o un sketch cómico bien pensado y poco vulgar (aunque suelen ser escasos); en otros términos, creo que vería muy poco, ¡y solo los fines de semana! Incluso, solamente lo usaría para conectar algún reproductor de videos y apreciar una buena película.

En conclusión, a pesar de ser abrumado por las ofertas tecnológicas, como las de los televisores, no me compraría uno pues no tendría tiempo para usarlo y, además, no habría un contenido trascendente que visualizar. 

domingo, 27 de enero de 2013

Internet en Loreto

Un problema que posee la región Loreto, respecto a las telecomunicaciones, es que el internet es de una velocidad muy lenta: desesperante. Urge, entonces, que el Estado resuelva esta dificultad y poder así beneficiar a los pobladores de dicha localidad.


Debido a la lentitud del internet, muchos sectores son perjudicados: Salud, Seguridad, Educación, entre otros. Si nos remitimos solamente a este último, se puede mencionar que los alumnos pierden oportunidades de desarrollarse mejor en la investigación. Ellos bien podrían estudiar con información actualizada haciendo uso de la red. Es cierto, ahora lo realizan, pero el tiempo se malgasta al esperar que el buscador abra su ventana o cuando se tiene que actualizar alguna página web que no llegó a cargar.

Al tener un internet lento, se desperdicia la ocasión de que los estudiantes desarrollen habilidades respecto a la informática o a la navegación por la web. Esto resulta grave para el futuro, ya que, actualmente, la población laboral más capacitada es la que conoce acerca de estos temas. Un empleador buscará, sin duda alguna, que su próximo trabajador esté instruido en aquellos aspectos referidos al uso de internet.

Hace unos días, el Gobierno Central ha renovado el contrato que tiene con la empresa Telefónica. Entre los acuerdos, se menciona que el internet debe llegar a los lugares más alejados –entre ellos los de la Selva peruana– y beneficiar, de forma gratuita, a los centros de salud, comisarías, instituciones educativas y otras entidades públicas. ¿Logrará la empresa cumplir con el contrato?

Es, pues, necesario que el Gobierno imponga su carácter y manifieste su preocupación por los pueblos amazónicos. Una forma de demostrar ello es brindando tecnología. Con esta se logrará muchos beneficios, en especial, en la educación. Esperemos que, muy pronto, escuchemos buenas nuevas referidas al desarrollo tecnológico de esta zona del país.