1. Treefingers (en grabación)
2. Daydreaming
3. Ful Stop
4. 15 Step
5. Myxomatosis
6. All I Need
7. Pyramid Song
8. No Surprises
9. Everything in Its Right Place
10. Bloom
11. Reckoner
12. Nude
13. The Numbers
14. Where I End and You Begin
15. Street Spirit (Fade Out)
16. Weird Fishes/Arpeggi
17. 2 + 2 = 5
18. Bodysnatchers
Encore:
19. Fake Plastic Trees
20. You and Whose Army?
21. There There
22. Exit Music (for a Film)
23. The National Anthem
24. Idioteque (Jonny se equivoca con su sintetizador casi terminando la canción. Thom dice: "Esto a veces sucede". El público aplaude. No pasa nada, todo bien.) :)
Encore 2:
25. Creep
26. Paranoid Android
27. Karma Police
28. Egyptian Fantasy (en grabación)
NOTA:
La prueba de sonido (realizada el mismo día del show) tuvo las siguientes canciones: Where I End and You Begin, I Might Be Wrong, 15 Step, Identikit, You and Whose Army?, No Surprises, Optimistic y Daydreaming.
SETLIST DE ENSUEÑO
Aurora di paria
jueves, 19 de abril de 2018
domingo, 20 de marzo de 2016
Sobre "Nuevo andar"
¿Cómo se originó esta canción?
“Nuevo andar” nace por solicitud de una amiga de la
banda, Fátima Valera Burrell, quien es autora de la novela infantil “Pablito y su carrito azul”. En primer lugar, ella se contactó con José Landeo, bajista de
Índole, ya que se conocen por haber laborado juntos en el campo editorial ya
hace varios años.
Ella propone la idea de musicalizar su obra
literaria con tres canciones bajo el estilo alternativo que posee la banda. Al
inicio, a los cinco integrantes les pareció un poco extraño este emprendimiento
porque, en principio, se pretendía difundir rock que acompañe un libro para
niños; luego, sería la primera producción que haría la banda incluso antes de lanzar
un EP propio; finalmente, los cinco no habían participado como grupo musical en
el ambiente literario y veían esto como una novedad. Sin embargo, las ganas de
aventurarse en un nuevo campo bajo el reto de adaptar canciones con una
intención específica –en este caso, para una obra literaria infantil–, produjo
que los integrantes se sumergieran fascinados en este proyecto.
Fátima estableció que cada una de las tres
canciones reflejara, justamente, las tres partes que contiene la obra. “Nuevo
andar” resume la segunda. La autora compartió con José unas letras que
rescataban fragmentos de aquella segunda parte. Entonces, Landeo adaptó las frases para que encajara con los acordes que había compuesto para esa
canción. La banda escuchó el demo y fue agregando sus cuotas particulares (la
constante de tambores de Franco, la distorsión y aplicación del wah-wah en la guitarra
de Gabriel, el efecto whammy de Juanjo en el solo, la voz ondulante de Checho,
además del bajo “cabalgante” de José), todo esto para obtener el resultado que
ahora se escucha en las redes sociales y plataformas musicales.
Es la
segunda de tres canciones
Como se mencionó, “Nuevo andar” es la segunda de
tres que saldrán en un disco que acompañará a la obra literaria infantil “Pablito y su carrito azul”.
La primera canción es “Promesa”, la cual también es
interpretada por Índole en sus conciertos.
La tercera se titula “Junto a mí”, esta ha quedado
para ser oída exclusivamente en el disco.
Pronto, en otros post, se contará cómo nació cada
una de estas dos canciones.
Facebook: Índole
domingo, 13 de marzo de 2016
Od(i)a: la copia
El país se ha sumergido en una terrible miseria de
creatividad musical en donde se ha preferido gozar de lo que ya ha sido inventado
hace décadas y no optar por una imperiosa renovación de dicho arte.
La música que suele oírse en las contaminadas
radios de nuestro país son covers de
canciones que tuvieron éxito en años pasados; normalmente, son baladas o
boleros —de gran calidad— que son versionados en otros géneros
(como en salsa o merengue). Estas composiciones son retomadas por artistas que
desean darse a conocer con mayor presteza en el ámbito del espectáculo. Ante
ello, me pregunto: ¿es tan difícil ser creativo y publicitar una composición original?
No arremeto, en totalidad, a ciertos artistas y su exigua
valentía para promover una canción novedosa, pues esta opción de versionar
responde a que se tiene un público poco educado o acostumbrado a prestar
atención a las nuevas manifestaciones musicales —y culturales, en sí—.
Esto se evidencia en las preferencias por cantantes o agrupaciones que suenan
desde los años ochenta o, incluso, setenta. Los conciertos presentan artistas
estelares que no han renovado su repertorio y sobreviven a costa de éxitos
pasados. ¿Acaso estamos enfrascados en la frase “todo tiempo pasado fue mejor”?
Hace unas semanas, en la despreciable televisión
nacional, ha iniciado un programa en que se realiza playbacks y, por supuesto, se incide en el uso de canciones de épocas
pretéritas y en la emulación. El público peruano ha respaldado la transmisión
dándole una buena puntuación en el rating.
Una vez más, no se incentiva la autenticidad.
Inclusive, la misma casa televisora, desde años
atrás, difunde un programa de gran sintonía, el cual busca al mejor imitador de
artistas reconocidos. Otra vez se recae en el calco, en el remedo, en la falta
de originalidad. Pareciera que amamos lo duplicado, lo ya creado, la repetición.
Este programa se encuentra ‘al aire’ muchísimo tiempo —como el enquiste
del público peruano en alabar la imitación y en ser mediocres al no fomentar la
innovación—. ¡Pero qué se puede hacer: la idiosincrasia es así!
Si se quiere trasladar el amor a la copia a otros
ámbitos, se debe recordar que, hace unos días, se ha descubierto que un
candidato presidencial plagió cuantiosos textos en su tesis de posgrado y esta
fue sustentada en una universidad extranjera. Pareciera que el afán por copiar se
encuentra en el ADN de nuestra población.
Entonces, esta falta de creatividad, ¿es un
problema general del país? Ahora, ¿en qué radica esta problemática: dejadez, mezquina
educación cultural, indiferencia?
Mantengo la esperanza de que la cultura nacional
mejore respecto a la preferencia por la innovación musical, sino seguiremos
enquistados en reproducir composiciones que otros crearon y promovieron con osadía.
No obstante, no obligo a que la gente escuche lo que estoy proponiendo o lo que
me agrade, cada uno es libre de elegir qué oír, pese a que provenga de décadas
pasadas o sea una copia… La idiosincrasia, hoy por hoy, es así.
miércoles, 2 de septiembre de 2015
Ansiedad de sábado
Al igual que en los tiempos de
Ribeyro, a las seis de la mañana, la
ciudad se levanta de puntillas y comienza a dar sus primeros pasos. Es
lunes, y el camión de basura recorre a intervalos las esquinas para recoger las
porquerías que seres desordenados desecharon impetuosos el fin de semana fenecido.
El canillita hace su negocio ofertando las noticias del día: violación, muerte,
corrupción, sexo y demás miserias patrióticas, así como ayer. Con sus carritos,
aparecen los vendedores de emoliente, maca y quinua. Frente a
ellos, los
comensales solicitan, aún amodorrados, una de estas estimulantes bebidas y que
sean acompañadas de un pan con queso, con palta y sal, o con torreja. Facinerosos
cruzan la calle, seguramente van a dormir después de realizar su jornada
dominical nocturna. Todos, absolutamente todos, sin excepción, se mueven como
zombis vedados por la neblina de la fría Lima que los acoge entre sus plomos
brazos cual madrastra.
Avanzan los minutos y retrocede
la vida. Seudosofisticados marcan tarjeta, se automatizan, callan en la
oficina, aceptan órdenes, bajan la cabeza: son solo una tuerca más de la
máquina que no conducen. Esto se repite día tras día. Las rutinas, ellos las
saben: cada mañana hay que salir con un rótulo en la cabeza para demostrar qué
individuo quieren ser. Se visten de ciudadanos o de parias para encajar en el
plano. Repiten su función para ganar un puñado de dinero, continúan esto por
años con el fin de obtener menciones o cartoncitos para luego pisotear al que
vendrá a ocupar su lugar.
Todos son zombis, todos son solo herramientas
de alguien que se aprovecha de ellos. Pero no les importa, lo soportan porque
la vida les da igual si están arriba o abajo: solamente quieren que llegue el
sábado.
Los días anteriores son una
tortura. Lo único que desean es que aparezca en el calendario aquel bendito
sábado para mostrarse como son. ¡Y llegó! 10:00 p. m. La hora es propicia para
el inicio del fin. Llaman a los compinches con quienes se irá a cazar a las
reinas de la noche. Lo furtivo es una condición natural de esos encuentros. Se
quedan los ternos y los sastres en los armarios. Ellos usan las camisas
almidonadas (slim fit) y los
pantalones que puedan deslizarse con facilidad; ellas utilizan la indumentaria
que nunca llevarán al trabajo: todo corto, todo trasparente, todo sugerente…
como les gusta… como nos encanta.
Luz verde |
Y se pasa la noche como aperitivo
de fiesta, como pisco sour por la garganta, como polvo entre sus dedos. ¡Es el
día más esperado y transcurre demasiado rápido! Pero ha sido aprovechado: el
estrés quedó en el sudor sobre la pista de baile, en la chapa de la botella, en
la ‘bajada’ descartable o en el látex benefactor. Ha sido un sábado más… Se
vive para esperarlo y vivirlo, nada más.
Ya es lunes otra vez: el domingo
fue un amago de descanso. Volverán las oscuras personas en sus oficinas sus nalgas
a posar. Se repite la rutina, pero no importa, pues todos saben la consigna:
hay que vivir hidalgamente estos cinco días para llegar a ese sábado salvífico
en donde no tendrán que ser lo que siempre han sido, sino lo que verdaderamente
son.
Lima, jueves 3 de
septiembre de 2015
lunes, 17 de agosto de 2015
Apreciación de la canción “Réquiem” de la banda Tourista (Perú)
Considero a esta canción como una gran pieza
musical por la maravillosa concatenación entre la alegría y el dolor.
La letra fue escrita por Rui Pereira, cantante y
guitarrista de la banda, a los meses de que su padre falleciera. En ella, se
refleja gran pena ante tan sensible suceso; sin embargo, existe una contraparte
bastante peculiar: la música, pues aquella invita a bailar desenfrenadamente,
consiguiendo, de esta manera, una muy destacada y agridulce composición. ¡Encantadora
paradoja!
Los versos iniciales son melancólicos, pues la voz
poética anhela un tiempo futuro (tal vez en el cielo o en aquel lugar adonde
van las almas según cada credo) para encontrarse con el padre y volver a
cantarle. El yo poético distingue al progenitor como un personaje excelso al mencionar:
“Los que ya no están te vieron regresar al sol”, lo cual confiere la sensación
de que el padre retorna a un lugar majestuoso, de esplendor, de gran relevancia,
cuya estancia solamente puede ser ocupada por seres de renombrada jerarquía
(como son todos los padres).
La pérdida de un familiar es un evento
extremadamente aflictivo y, más aún, si es de uno de primer grado de consanguinidad.
El yo poético expresa su inmensa nostalgia e inmortaliza al padre a través del
tiempo y por un medio al que se recurrirá de ahora en adelante: “Entre sueños
siempre te recuerdo”; no obstante, con lamento, acepta resignado los días
venideros: “Sé que de esta ya no vas a regresar”.
Imagen del vídeo "Réquiem" - Tourista |
En los versos siguientes, el yo poético se halla en
la realidad, en su quehacer cotidiano, y en este continúa manifestando su
congoja: “Y yo sigo aquí queriendo verte sonreír”. Posteriormente, lanza una
conclusión de lo que significa vivir para él: “Tú sabes, viejo, el rock siempre
fue así, corriendo siempre y ser feliz: dejar tu marca antes de morir”. El
término “rock” podría interpretarse como “vida”, puesto que, para el músico, este
género es un aspecto de vital importancia en sus días. Esto permite una mejor
interpretación de dicho soliloquio, en el cual el yo poético resume que la vida
es caótica, que se vive apurado y que, pese a la presión diaria, se debe
obtener logros, éxitos y reconocimiento: conseguir todo ello ‘antes de morir’.
Finalmente, el hijo evoca a su progenitor y le expresa
una particular promesa: “Dile al sol que le voy a cantar”, con lo cual asume
que su padre ya se encuentra en un lugar mejor, al que, en un futuro, también
irá para coexistir en armonía, en unión, en paz: como debe vivir toda familia.
“Pensamientos de un hijo ante la pérdida de su padre,
cuya música remite a una danza festiva”: así es como interpreto “Réquiem” de la
banda peruana Tourista; “un funeral para enaltecer con alegría al difunto”, “una
composición agridulce verdaderamente inolvidable”.
lunes, 27 de octubre de 2014
Matriz de Evaluación de la Calidad de la Gestión de Instituciones de Educación Básica Regular
Estimados colegas:
estos son los factores e indicadores que propone SINEACE para la acreditación de las IE de la EBR.
Vea el documento original aquí.
Estos son algunos puntos resaltantes:
estos son los factores e indicadores que propone SINEACE para la acreditación de las IE de la EBR.
Vea el documento original aquí.
Estos son algunos puntos resaltantes:
- Versión 2.0 que entró en vigencia el 4
de julio de 2014.
- Prontamente, se pondrá a disposición los
instrumentos para la medición de indicadores.
- Las instituciones educativas que se
vienen evaluando con la matriz anterior, seguirán con ella hasta su
acreditación.
- La matriz considera cinco factores:
a.
Dirección
institucional
b.
Soporte
al desempeño docente
c.
Trabajo
conjunto con las familias y la comunidad
d.
Uso
de la información
e.
Infraestructura
y recursos para el aprendizaje
- Aspectos resaltantes del primer
factor:
Ø
La
importancia de elaborar un PEI que busque la mejora permanente e integral del
proceso de enseñanza-aprendizaje
Ø
Concordancia
del Proyecto Curricular con el Proyecto Educativo Nacional
Ø
Desarrollo
de un estilo de liderazgo que promueva un compromiso de trabajo bajo una misma
visión acerca de la mejoría de la educación
- Aspectos resaltantes del segundo
factor:
Ø
Conformación
de un equipo docente idóneo a través de acciones permanentes de soporte que
busquen un desempeño pedagógico óptimo
Ø Verificación
en la elaboración de programaciones curriculares que reflejen el proyecto
curricular de la institución educativa.
Ø
Práctica
de estrategias pedagógicas pertinentes que promuevan un alto desempeño de los
estudiantes con el fin de que obtengan las competencias esperadas.
- Aspectos resaltantes del tercer
factor:
Ø
Trabajo
organizado con las familias con el fin de optimizar los procesos de
enseñanza-aprendizaje.
Ø
Implementación
de estrategias de trabajo colaborativo que potencien la interacción entre
escuela-familia-comunidad.
- Aspectos resaltantes del cuarto
factor:
Ø
Generar
y analizar información de la institución educativa con el fin de implementar
mejoras.
Ø
Implementación,
monitoreo y evaluación de aquellas mejoras propuestas para toda la organización
educativa.
- Aspectos resaltantes del quinto
factor:
Ø Gestionar
para contar con una infraestructura y recursos suficientes para el aprendizaje
y construir una cultura de adecuado uso de los mismos.
Ø Gestionar
y generar mecanismos para mantener y mejorar la infraestructura y recursos con
el fin de optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
lunes, 17 de febrero de 2014
La falsa educación personalizada
El
10 de marzo, según lo dictaminado por el Ministerio de Educación (MINEDU),
todas las instituciones educativas nacionales iniciarán clases (salvo algunas
excepciones determinadas por los gobiernos regionales).
Los
maestros asistirán con novedosas ideas para aplicarlas en este año escolar,
pero también acudirán con sus antiguos esquemas y falencias no enmendadas
debido a la desidia instaurada por años en sus voluntades y, por la cual, no
mejoran su irrisorio profesionalismo –triste realidad–.
Es
cierto, cuando uno ve la labor docente piensa, de inmediato, en la deficiente
preparación que han tenido los profesores en sus años de estudio, y diversos eventos
actuales hablan por ellos: el 69% desaprobó el examen en el concurso de contratación
docente 2014; a los educadores se les conoce por movilizar huelgas en cada periodo
escolar –recuerden mi nombre cuando se realice la de este año–; los estudiantes
(a quienes seguramente enseñaron) obtuvieron el último lugar en comprensión
lectora, matemáticas y ciencia en la última prueba PISA. Por supuesto, con lo
mencionado, lo más sencillo es señalar al docente como el gran culpable del
fracaso educativo en el Perú. Sin embargo, ¿las condiciones en que se
desenvuelve el maestro peruano son las adecuadas para efectuar una óptima labor
educacional? Escribiré sobre un solo punto para no hacer tan trágico el texto.
El
Ministerio de Educación, las Ugeles de cada sector, los municipios distritales,
los especialistas educativos, los directores, los coordinadores académicos, los
profesores, los padres de familia, los mismos alumnos, etcétera, todos ellos
tienen en sus mentes la máxima que reza: “Cada estudiante debe tener una
enseñanza personalizada”. Reflexionemos, ¿esto se cumple?
¿Existe
alguna institución educativa del Estado en donde el salón de clases tenga una
cantidad reducida de estudiantes, lo cual permita que el docente atienda a cada
uno de ellos?
Mencionaré
un número promedio de educandos que suele encontrarse en un aula: cuarenta
(estuve tentado a colocar cuarenta y siete con el objetivo de recordar a mi ex
salón de colegio nacional). ¿Saben lo difícil que es tener a unos cuarenta
adolescentes (cuarenta mentalidades, cuarenta problemas de identidad, cuarenta
desilusiones, cuarenta carencias de
afecto, de autoestima, de alimentación) encerrados en una misma habitación
queriendo mostrar sus habilidades a un solo profesor?
Seré
más didáctico y trasladaré el caso a distintos ámbitos laborales para que se
pueda entender la gravedad del asunto.
Infalible
doctor, ¿se imagina atender a cuarenta pacientes a la vez? Todos quejándose de
un dolor soportado por un mes debido a que Essalud gestionó la cita médica con
una plausible agilidad digna de admirar… ¿Los atendería, usted, reconocido
galeno?
Honestísimo
abogado, visualice lo siguiente: cuarenta familiares lanzando calumnias e
improperios sobre su defendido, el cual es verdaderamente inocente; usted
quisiera manejar la situación y hablar de la honorabilidad de su cliente,
dígame, ¿lo haría?
Muy
paciente cajera de cualquier agencia de servicios, ¿podría atender a cuarenta
personas que quieren pagar sus deudas, alimentos, boletas, electrodomésticos a
la misma vez? Todos quieren irse rápidamente, no permanecer más en aquel lugar
que no es su hogar –así como usted lo deseó desde su hora de ingreso–, dígame,
¿está en sus facultades?
Intachable
congresista, ¿se imagina ver a cuarenta manifestantes de la región a la cual
usted representa reclamando una obra que les prometió y que no cumplió?
(Ingenuos pobladores, pues, de por sí, los padres de la patria no tienen la
facultad para hacer ello). Todos
enfurecidos, defraudados y con la determinación de no volver a votar por usted
en las próximas elecciones. ¿Los escucharía o es más sencillo que sus
guardaespaldas conformen un cordón humano y así evitar el contacto con aquellos
pobladores?
Honorable
Presidente de la República, analice el siguiente escenario: cuarenta ciudadanos
buscándolo en un mitin de su partido para saludarlo y manifestarle los
requerimientos de su región, provincia o distrito, ¿los oiría o subiría
raudamente a su vehículo para evitar la situación?
Estoy
seguro que ni uno de los mencionados podría atender a sus cuarenta solicitantes
al mismo tiempo… o tal vez sí lo podría efectuar, pero dependiendo de sus
voluntades; la diferencia con el docente es que él o ella, definitivamente, lo
tienen que hacer, aunque muchas veces les resulta complicado en demasía.
¿Por
qué obstaculizar la labor del profesor? ¿Por qué no preocuparnos más por el
modo de estudiar de cada estudiante? ¿Por qué mencionar esa falsa máxima sobre
la educación personalizada si los agentes implicados en la Educación no
procuran que esto se produzca? Es cierto, es ideal que el alumno tenga una
atención personalizada, pero los que manejan las políticas educativas poco o
nada se han esforzado para lograr lo propuesto.
Vamos,
señores que tienen en sus manos los hilos de la educación, ¡más trabajo y menos
verso!
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