domingo, 20 de marzo de 2016

Sobre "Nuevo andar"

¿Cómo se originó esta canción?

“Nuevo andar” nace por solicitud de una amiga de la banda, Fátima Valera Burrell, quien es autora de la novela infantil “Pablito y su carrito azul”. En primer lugar, ella se contactó con José Landeo, bajista de Índole, ya que se conocen por haber laborado juntos en el campo editorial ya hace varios años.

Ella propone la idea de musicalizar su obra literaria con tres canciones bajo el estilo alternativo que posee la banda. Al inicio, a los cinco integrantes les pareció un poco extraño este emprendimiento porque, en principio, se pretendía difundir rock que acompañe un libro para niños; luego, sería la primera producción que haría la banda incluso antes de lanzar un EP propio; finalmente, los cinco no habían participado como grupo musical en el ambiente literario y veían esto como una novedad. Sin embargo, las ganas de aventurarse en un nuevo campo bajo el reto de adaptar canciones con una intención específica –en este caso, para una obra literaria infantil–, produjo que los integrantes se sumergieran fascinados en este proyecto.


Fátima estableció que cada una de las tres canciones reflejara, justamente, las tres partes que contiene la obra. “Nuevo andar” resume la segunda. La autora compartió con José unas letras que rescataban fragmentos de aquella segunda parte. Entonces, Landeo adaptó las frases para que encajara con los acordes que había compuesto para esa canción. La banda escuchó el demo y fue agregando sus cuotas particulares (la constante de tambores de Franco, la distorsión y aplicación del wah-wah en la guitarra de Gabriel, el efecto whammy de Juanjo en el solo, la voz ondulante de Checho, además del bajo “cabalgante” de José), todo esto para obtener el resultado que ahora se escucha en las redes sociales y plataformas musicales.

Es la segunda de tres canciones
Como se mencionó, “Nuevo andar” es la segunda de tres que saldrán en un disco que acompañará a la obra literaria infantil “Pablito y su carrito azul”.
La primera canción es “Promesa”, la cual también es interpretada por Índole en sus conciertos.
La tercera se titula “Junto a mí”, esta ha quedado para ser oída exclusivamente en el disco.

Pronto, en otros post, se contará cómo nació cada una de estas dos canciones.

Facebook: Índole

domingo, 13 de marzo de 2016

Od(i)a: la copia

El país se ha sumergido en una terrible miseria de creatividad musical en donde se ha preferido gozar de lo que ya ha sido inventado hace décadas y no optar por una imperiosa renovación de dicho arte.

La música que suele oírse en las contaminadas radios de nuestro país son covers de canciones que tuvieron éxito en años pasados; normalmente, son baladas o boleros —de gran calidad— que son versionados en otros géneros (como en salsa o merengue). Estas composiciones son retomadas por artistas que desean darse a conocer con mayor presteza en el ámbito del espectáculo. Ante ello, me pregunto: ¿es tan difícil ser creativo y publicitar una composición original?

No arremeto, en totalidad, a ciertos artistas y su exigua valentía para promover una canción novedosa, pues esta opción de versionar responde a que se tiene un público poco educado o acostumbrado a prestar atención a las nuevas manifestaciones musicales —y culturales, en sí—. Esto se evidencia en las preferencias por cantantes o agrupaciones que suenan desde los años ochenta o, incluso, setenta. Los conciertos presentan artistas estelares que no han renovado su repertorio y sobreviven a costa de éxitos pasados. ¿Acaso estamos enfrascados en la frase “todo tiempo pasado fue mejor”? 


Hace unas semanas, en la despreciable televisión nacional, ha iniciado un programa en que se realiza playbacks y, por supuesto, se incide en el uso de canciones de épocas pretéritas y en la emulación. El público peruano ha respaldado la transmisión dándole una buena puntuación en el rating. Una vez más, no se incentiva la autenticidad.

Inclusive, la misma casa televisora, desde años atrás, difunde un programa de gran sintonía, el cual busca al mejor imitador de artistas reconocidos. Otra vez se recae en el calco, en el remedo, en la falta de originalidad. Pareciera que amamos lo duplicado, lo ya creado, la repetición. Este programa se encuentra ‘al aire’ muchísimo tiempo —como el enquiste del público peruano en alabar la imitación y en ser mediocres al no fomentar la innovación—. ¡Pero qué se puede hacer: la idiosincrasia es así!

Si se quiere trasladar el amor a la copia a otros ámbitos, se debe recordar que, hace unos días, se ha descubierto que un candidato presidencial plagió cuantiosos textos en su tesis de posgrado y esta fue sustentada en una universidad extranjera. Pareciera que el afán por copiar se encuentra en el ADN de nuestra población.

Entonces, esta falta de creatividad, ¿es un problema general del país? Ahora, ¿en qué radica esta problemática: dejadez, mezquina educación cultural, indiferencia?

Mantengo la esperanza de que la cultura nacional mejore respecto a la preferencia por la innovación musical, sino seguiremos enquistados en reproducir composiciones que otros crearon y promovieron con osadía. No obstante, no obligo a que la gente escuche lo que estoy proponiendo o lo que me agrade, cada uno es libre de elegir qué oír, pese a que provenga de décadas pasadas o sea una copia… La idiosincrasia, hoy por hoy, es así.