domingo, 18 de diciembre de 2011

La vaca no se acuerda cuando fue ternera

Esta publicación provino de “una ‘china’ hasta la veinticinco de Caminos del Inca”.

Se me acercó la cobradora y me pidió pasaje. Le di solo cincuenta céntimos debido a que la distancia era corta.

- No, joven, el pasaje es un sol.
- Pero son solo unas cuadras, señora.
- No, joven. Después la empresa me reclama por qué he cobrado menos.
- ¡Pero si siempre se paga cincuenta céntimos!
- Ahí está el tarifario. Mírelo. Es un sol el pasaje.
- ¡Esos números los ponen ustedes!
- Yo no puedo hacer nada: así está en el cartel.
- ¿Acaso usted nunca ha pagado cincuenta céntimos?
- Ehhh… Es un sol, joven.

¡No quiso darme la razón sabiendo que el pasaje era cincuenta céntimos! ¡¿Acaso no se acuerda cuando saliendo de su casa, quiere ir al mercado de su barrio y paga esa misma cantidad al cobrador?!

¡Y por qué el chofer reniega porque lo acaba de detener un policía de tránsito! ¿Acaso no recuerda cuando era un pasajero y se quejaba de la forma de manejar de aquel quien conducía?

Y el policía de tránsito ya no se acuerda cuando al manejar como civil cometió una infracción y no deseaba una multa.

El alcalde no recuerda que alguna vez fue explotado como trabajador y ahora hace lo mismo con los agentes de seguridad de su jurisdicción.

El ministro no evoca los días de labor, ¡hasta que el sol se ocultara!, pero aún no mejora las condiciones de los empleados del país.

El presidente no recuerda las promesas hechas durante su campaña y ahora desecha todo lo manifestado. Este se olvidó del pobre, del rico, del viejo, del joven. (No se acuerda que fue todos esos).

El pobre se olvidó de que en algún tiempo atrás lo tuvo todo, pero no supo cómo mantenerlo.

El rico no recuerda cuando fue pobre y ahora desdeña a los que no son de su condición.

El viejo no recuerda sus insalubres hábitos de salud y ahora está postrado miserablemente en la cama del hospital de los desahuciados.

El joven no piensa que un día llegará a viejo y hace poco para no morir en un hospital.

El doctor no recuerda que cuando fue paciente también imploró por una cita para su viejo quien ya estaba a punto de fenecer.

La enfermera ya no se acuerda cuando pidió mejor explicación a su profesor acerca de la aplicación de una inyección, pero ahora no brinda sus conocimientos a la señora que le pide información.

El profesor no recuerda que también copió en un examen cuando fue estudiante.

El estudiante no es consciente del esfuerzo de sus padres para darle educación

El padre no recuerda las desobediencias que tuvo con sus progenitores.

El hijo no soporta los chillidos de su pequeño hermano. (¿Y qué hacía él cuando niño?)

¡Muchos no recuerdan cuando iniciaron lo que ahora son!
¡Pocos son los que se ponen en los zapatos del otro!

Bachiller, licenciado, magíster, doctor… ¿recuerdas lo que fuiste en un tiempo anterior?

Tú no te acuerdas de lo hecho ayer y me juzgas por lo que escribo hoy.

Yo no recuerdo mucho de lo que he escrito, pero aún así digo lo que pienso y pienso lo que digo…

pues soy el más grande pecador.